Rosón de Reyes
El roscón de Reyes quizás no venga del Lejano Oriente, pero cada 6 de enero visita multitud de hogares y sus sorpresas interiores se convierten en las protagonistas de todas las mesas. El roscón de Reyes, este tradicional bollo navideño, esconde mucho más que un muñeco de cerámica o una legumbre en su interior, y es que existe una larga historia que nada tiene que ver con el cristianismo ni la llegada de los Reyes Magos.
El origen del roscón de Reyes no tiene nada que ver con la llegada de los Reyes Magos a Belén para adorar al Niño Jesús. Su historia se remonta a los romanos y a una tradición nada religiosa. Para ser exactos, este dulce se asocia a Las Saturnales, también conocida como la Fiesta de los Esclavos. Se celebraba en diciembre para conmemorar el nacimiento de un nuevo período de luz y el final del duro trabajo en el campo.
El esclavo que encontraba el haba en el roscón de Reyes quedaba libre durante Las Saturnale.
Según la leyenda